Prohibición de IA de EE. UU. y DeepSeek: Una Ley Radical con Futuro Incierto en 2025

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Prohibición de IA de EE. UU. y DeepSeek: Una Ley Radical con Futuro Incierto en 2025

El 29 de enero de 2025, el senador estadounidense Josh Hawley lanzó una propuesta legislativa que ha sacudido el mundo tecnológico: la «Ley para Desacoplar las Capacidades de Inteligencia Artificial de América de China». Aunque no la nombra directamente, la iniciativa apunta directamente a empresas de inteligencia artificial china como DeepSeek, cuyo impacto global es innegable. La pregunta que surge de inmediato es si nos enfrentamos a una medida de seguridad nacional necesaria o, por el contrario, a un mero «golpe de efecto» político con escasas probabilidades de prosperar en un panorama complejo y altamente interconectado.

¿Qué Propone Exactamente la Ley de Hawley Contra la IA China?

La ley presentada por el senador Hawley es, sin ambages, una de las más agresivas planteadas hasta la fecha. Sus disposiciones son claras y de amplio alcance:

En primer lugar, vetaría cualquier colaboración en investigación y desarrollo (I+D) en el campo de la inteligencia artificial entre entidades estadounidenses y chinas. En segundo término, prohibiría de forma tajante la importación y exportación de tecnología de IA hacia y desde China.

Para asegurar su cumplimiento, la norma establece sanciones severas: multas de hasta un millón de dólares para individuos y cien millones de dólares para empresas que la infrinjan, además de la pérdida de cualquier beneficio federal.

Esta propuesta no surge en el vacío; se enmarca en un contexto de crecientes tensiones comerciales y la reciente imposición de aranceles adicionales del 10% a bienes chinos por parte del presidente Donald Trump.

Josh Hawley: Un Historial de Enfrentamiento con China

Para entender esta iniciativa, es crucial observar el historial de su promotor. Josh Hawley se ha consolidado como uno de los «halcones» del Congreso en materia de política hacia China. Sus acciones anteriores son elocuentes: en 2024, propuso aranceles masivos para los vehículos eléctricos chinos y fue un participante clave en las audiencias del Congreso que buscaban prohibir TikTok.

El timing de esta nueva ley no es casual. Su anuncio sigue de cerca el debut y la rápida ascensión de DeepSeek, un evento que ha tenido un impacto tangible en los mercados tecnológicos y de criptomonedas. La propuesta puede interpretarse, por tanto, como una reacción política inmediata a un actor tecnológico que ha demostrado su capacidad para competir a nivel global.

Análisis: Los Múltiples Escollos del Proyecto de Hawley

A pesar de su contundencia, el futuro de esta ley es profundamente incierto, enfrentándose a obstáculos políticos y técnicos de gran envergadura.

Obstáculos Políticos

En el ámbito político, la falta de apoyo es evidente. Como señaló el abogado especializado Aaron Brogan, la mayoría republicana en el Senado es estrecha (53-47) y se requiere un consenso bipartidista para que una ley de esta naturaleza avance. El hecho de que el proyecto no cuente con ningún co-patrocinador es un indicio claro de su aislamiento inicial.

Problemas Técnicos y de Implementación

Técnicamente, la propuesta ha sido criticada por su amplitud excesiva. Ben Brooks, del Centro Berkman Klein de Harvard, ha subrayado que la ley no establece distinciones basadas en el riesgo, no define umbrales de capacidad tecnológica y, de manera crucial, no hace excepciones para el software de código abierto.

«Todo lo que toca la IA queda dentro del alcance», resumió Brooks, advirtiendo que una implementación así sería «muy costosa y disruptiva para la industria», afectando a empresas con alta interdependencia con China, como es el caso de Tesla.

¿Desacoplar de China o Aislar a EE. UU.? Las Ramificaciones Globales

Las potenciales consecuencias no deseadas de la ley de Hawley son tan significativas como sus objetivos declarados. Los críticos argumentan que, lejos de fortalecer a Estados Unidos, podría dañar gravemente su ecosistema de innovación.

Al no distinguir entre modelos propietarios y de código abierto, la normativa podría significar el fin del desarrollo colaborativo de IA en el país, perjudicando especialmente a pequeños desarrolladores y startups. Paradójicamente, al aislarse, EE. UU. podría estar cediendo terreno y aumentando la dependencia del resto del mundo de la tecnología china, que continuaría su avance sin restricciones.

El Contexto Global de Restricciones

Es importante señalar que, aunque la ley de Hawley pueda no avanzar, las preocupaciones de seguridad que la impulsan son compartidas a nivel global. Mientras el senador presentaba su proyecto, otras instituciones ya actuaban: el 6 de febrero se propuso una prohibición de DeepSeek en los dispositivos del gobierno federal de EE. UU., la Marina de EE. UU. y el estado de Texas (bajo orden del gobernador Greg Abbott) ya habían implementado restricciones.

A nivel internacional, Italia ha decretado una prohibición total, mientras que Taiwán, Australia, Irlanda, Francia, India, Corea del Sur y Bélgica han iniciado investigaciones o impuesto restricciones sobre la plataforma.

Conclusión: Un Futuro de Controles Específicos, No de Prohibiciones Totales

En definitiva, la propuesta del senador Hawley se erige más como una declaración política radical que como una ley con viabilidad real. Su falta de precisión técnica, su potencial efecto disruptivo en la economía y su aislamiento político la condenan a un futuro legislativo muy complicado.

Sin embargo, su surgimiento es síntoma de una tendencia imparable. El impulso para regular y restringir la inteligencia artificial china, con DeepSeek como principal foco, es una realidad global en 2025. Si bien es improbable una prohibición total al estilo Hawley, el año en curso y los venideros serán testigos de la implementación de limitaciones y controles más específicos y coordinados sobre estas tecnologías, marcando un nuevo capítulo en la pugna tecnológica entre las mayores potencias del mundo.

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