¿Regulación Local o Control de la UE? El Pulso Cripto que Divide a Polonia
En un movimiento que ha reavivado las tensiones políticas en Varsovia, el gobierno polaco ha reintroducido en 2025 un extenso proyecto de ley para regular los criptoactivos. Con 84 páginas, el texto es idéntico a uno vetado por el presidente Karol Nawrocki apenas días antes. Este acto no solo profundiza el conflicto entre el presidente y el primer ministro Donald Tusk, sino que sitúa a Polonia en el centro de un debate crucial para el futuro financiero de la Unión Europea: ¿debe la supervisión del mercado cripto recaer en las autoridades nacionales o en un organismo centralizado en Bruselas?
La frase del portavoz gubernamental, Adam Szłapka, afirmando que «ni una coma ha cambiado», encapsula la determinación del ejecutivo y la naturaleza repetitiva de este pulso de poder.
Bill 2050 vs. Bill 1424: Una Batalla Política sin Cambios
La semana pasada, el partido Polska2050, integrante de la coalición gobernante, presentó de nuevo el proyecto, ahora denominado «Bill 2050». Sus proponentes, como el diputado Adam Gomoła, lo han descrito como una versión «mejorada» del anterior «Bill 1424», vetado por el presidente. Sin embargo, el propio portavoz Szłapka desmintió cualquier modificación sustancial con su contundente declaración.
La oposición no ha tardado en reaccionar. Tomasz Mentzen, político de la derecha, ha tachado la iniciativa de «118 páginas de sobre-regulación» y ha subrayado que se trata del «mismo proyecto exacto». De manera sarcástica, también se ha referido a la justificación del veto presidencial, comentando: «El proyecto es perfecto, y quien piense lo contrario está financiado por Putin».
El núcleo del proyecto es claro: designar a la Autoridad de Supervisión Financiera de Polonia (KNF) como el regulador principal del mercado de criptoactivos en el país.
MiCA 2026: ¿Supervisión Local o Centralizada en la UE?
Este forcejeo interno ocurre en un contexto regulatorio europeo decisivo. El Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la UE establece un marco armonizado cuyo plazo de cumplimiento para las empresas expira en julio de 2026. Sin embargo, un debate paralelo sigue abierto: la supervisión directa.
Por un lado, instituciones como el Banco de Francia abogaron en octubre de 2024 por otorgar poderes directos a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), con sede en París. Su argumento es evitar la fragmentación y proteger la soberanía financiera de la UE mediante un órgano central fuerte.
Por otro lado, reguladores en países como Malta defienden que una supervisión excesivamente centralizada podría añadir capas de burocracia y sofocar la innovación en mercados nacionales más ágiles. El proyecto polaco se alinea claramente con esta visión de supervisión local, desafiando el impulso centralizador y convirtiéndose en un caso de estudio clave para el futuro de MiCA.
¿Es Necesaria la Ley Polaca? Críticas y un Borrador Alternativo
Más allá de la pugna política, surgen voces que cuestionan la necesidad misma de esta legislación nacional. El economista Krzysztof Piech plantea una duda fundamental: ¿por qué crear un marco regulatorio nacional extenso y complejo cuando MiCA, que ofrece protecciones armonizadas, entrará en vigor pleno en 2026?
La incógnita inmediata es si habrá un nuevo veto presidencial. Según el portavoz Szłapka, la postura del presidente Nawrocki habría cambiado tras recibir un informe de seguridad clasificado, por lo que ahora «tiene pleno conocimiento» y probablemente no vete el proyecto esta vez.
No obstante, en el aire flota la especulación sobre una alternativa. Rumores en Varsovia sugieren que se ha presentado al presidente un borrador «alternativo». Este buscaría crear condiciones de mercado más favorables, alinearse directamente con MiCA y, significativamente, eliminar la supervisión directa del regulador local KNF, delegando posiblemente esa autoridad en la ESMA.
Conclusión: Un Pulso con Repercusiones Europeas
El conflicto en Polonia trasciende una mera disputa política interna; es un microcosmos del debate regulatorio europeo entre soberanía nacional y armonización central. Las implicaciones son de gran alcance.
Para Polonia, si se aprueba el «Bill 2050», el país contaría con un marco regulatorio nacional estricto mucho antes de la plena implementación de MiCA. Si prevalece el borrador alternativo, Varsovia seguiría un camino más alineado con la centralización de poderes en la ESMA.
Para la Unión Europea, la decisión final de uno de sus mayores estados miembros podría influir en la postura de otros y definir el balance de poder final en la supervisión del mercado de criptoactivos.
Ante este escenario, la pregunta queda abierta: ¿qué modelo garantiza mejor la estabilidad y la innovación: una supervisión local, más cercana a la realidad del mercado, o una supervisión centralizada de la UE, que promete mayor uniformidad y control? El pulso cripto de Polonia podría tener la respuesta.












