Senadores alertan sobre WLFI: La criptoempresa de Trump bajo investigación por ventas a Corea del Norte y Rusia
En el panorama de las criptomonedas, pocos proyectos han generado tanta controversia política como World Liberty Financial (WLFI), la empresa estrechamente vinculada a Donald Trump y su familia. La polémica alcanzó nuevos niveles cuando los senadores Elizabeth Warren y Jack Reed dirigieron una carta a la Fiscal General Pamela Bondi y al Secretario del Tesoro Scott Bessent, exigiendo una investigación federal inmediata.
Acusaciones de alto riesgo para la seguridad nacional
La carta de los senadores, basada en un informe de Accountable.US de septiembre de 2024, detalla cómo entidades sancionadas internacionalmente habrían adquirido tokens WLFI durante su fase de preventa. Según el documento, entre los beneficiarios figurarían el Lazarus Group de Corea del Norte, herramientas rusas para evadir sanciones, un exchange iraní y el mezclador de criptomonedas Tornado Cash.
La gravedad de la acusación reside en que estos tokens otorgan derechos de gobernanza dentro del ecosistema WLFI. Como expresaron Warren y Reed: «Básicamente, dieron a los adversarios de Estados Unidos un asiento en la mesa de gobernanza».
La defensa de World Liberty Financial
Frente a estas acusaciones, WLFI respondió mediante un comunicado a CNBC negando categóricamente las imputaciones. La empresa asegura haber implementado «controles rigurosos de AML/KYC» durante su fase de preventa, afirmando haber rechazado «millones de dólares en potenciales compras» de solicitantes que no superaron sus verificaciones de identidad.
La compañía enfatizó su compromiso con los protocolos anti-lavado y destacó que su estructura de cumplimiento sigue los estándares regulatorios aplicables.
Los vínculos con Trump y el conflicto de interés
El aspecto político añade complejidad al caso. WLFI fue cofundada por Eric Trump, Donald Trump Jr. y Barron Trump, con el expresidente figurando como «Co-Fundador Emérito». A través de DT Marks DEFI LLC, la familia Trump controla 22.500 millones de tokens WLFI, valorados en más de $3.000 millones, y recibe el 75% de los ingresos por ventas.
Los senadores argumentan que este flujo directo de ganancias crea un conflicto de interés evidente para los funcionarios de la administración actual, particularmente aquellos con responsabilidades en supervisión financiera y seguridad nacional.
Expansión ambiciosa y presiones regulatorias
Mientras enfrenta estas investigaciones, WLFI continúa expandiendo sus operaciones. La empresa ha anunciado el lanzamiento de una tarjeta de débito y planes para tokenizar commodities. Los senadores advierten que esta combinación de crecimiento acelerado y posibles controles laxos podría «sobrealimentar las finanzas ilícitas» a escala global.
El contexto regulatorio se ha vuelto particularmente sensible tras la inversión de $2.000 millones en Binance por parte del fondo MGX respaldado por Emiratos Árabes, que utilizó el establecoin USD1 de WLFI.
¿Evidencia sólida o falsos positivos?
La credibilidad de las acusaciones enfrenta serias objeciones técnicas. Nick Bax, investigador blockchain reconocido, demostró que las transacciones atribuidas al Lazarus Group fueron en realidad «falsos positivos» generados por interacciones con el contrato de la memecoin «Dream Cash».
Un caso emblemático es el de @shryder1337, un usuario que adquirió tokens WLFI como broma y terminó con sus fondos (valorados en aproximadamente $95.000) congelados tras ser falsamente identificado como hacker norcoreano. Bax criticó la difusión de esta información errónea: «Lo peor es que Shryder fue falsamente acusado de ser un hacker norcoreano sin evidencia verificable».
Contexto geopolítico ampliado
El caso WLFI se desarrolla en un momento de creciente escrutinio sobre el uso de criptoactivos por países sancionados. Corea del Norte, Rusia e Irán han incrementado su presencia en el ecosistema digital para eludir restricciones financieras, como demuestran casos recientes involucrando a Binance y Tornado Cash.
Paralelamente, la Trump Organization avanza en proyectos de tokenización, incluyendo su complejo turístico en Maldivas, ampliando la intersección entre los intereses empresariales de la familia y las tecnologías descentralizadas.
Reflexiones finales
El caso World Liberty Financial encapsula los desafíos multidimensionales que surgen cuando las criptomonedas, la geopolítica y las figuras públicas convergen. Por un lado, existen acusaciones graves de posibles violaciones a la seguridad nacional; por otro, emergen evidencias de identificaciones erróneas que han perjudicado a usuarios legítimos.
Mientras las agencias regulatorias determinan el curso de acción apropiado, este episodio subraya la necesidad de mejores mecanismos de verificación en la cadena de bloques y mayor rigor en la investigación de transacciones cuestionadas. El desarrollo de este caso sin duda influirá en el futuro de la regulación cripto y en los límites de la participación política en proyectos descentralizados.
