Stablecoins no comunitarias: El BCE exige «regímenes de equivalencia robustos» para proteger a los inversores europeos

Ayudanos a compartir esta información

Stablecoins no comunitarias: El BCE exige «regímenes de equivalencia robustos» para proteger a los inversores europeos

El auge de las stablecoins, criptomonedas diseñadas para mantener un valor estable vinculado a activos como el dólar o el euro, ha reconfigurado el panorama de las finanzas digitales. Su rápida adopción, sin embargo, ha activado las alarmas de los reguladores más poderosos del mundo. En este contexto, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha lanzado una advertencia crucial.

Durante su intervención en la novena conferencia anual de la Junta Europea de Riesgo Sistémico, Lagarde hizo un llamado urgente para abordar los riesgos que suponen las stablecoins emitidas fuera de la Unión Europea, un desafío que se intensifica con el avance regulatorio de Estados Unidos.

La advertencia de Lagarde: Los riesgos de las stablecoins extranjeras

En sus comentarios, Lagarde reconoció el marco «robusto» que supone el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la UE. No obstante, identificó una brecha regulatoria potencialmente peligrosa: los casos en los que una entidad cubierta por MiCA y otra no comunitaria emiten conjuntamente una stablecoin.

La propuesta de la presidenta del BCE es clara: estas emisiones conjuntas no deberían poder operar en la UE a menos que el país de origen del emisor externo tenga «regímenes de equivalencia robustos». Estos regímenes deben garantizar, como mínimo, dos pilares fundamentales:

• El derecho irrevocable de los inversores de la UE a canjear siempre sus tenencias a valor nominal.
• La obligación de que los emisores apoyen plenamente sus monedas con reservas líquidas y seguras.

El riesgo de una «corrida»: Por qué la UE podría quedarse sin reservas

La lógica detrás de esta exigencia es tan simple como alarmante. Lagarde esbozó un escenario de pesadilla: en caso de pánico en el mercado o una crisis de confianza (una «corrida» o bank run digital), los inversores acudirán en masa a canjear sus stablecoins en la jurisdicción que ofrezca las mayores garantías y protecciones.

La UE, con MiCA y su prohibición de comisiones de reembolso, se convertiría en el destino preferente. La advertencia crítica que lanzó Lagarde es que «las reservas mantenidas en la UE pueden no ser suficientes para satisfacer una demanda tan concentrada».

Esto significa que, irónicamente, la solidez del marco europeo podría atraer una oleada de demandas de reembolso que agotaría las reservas disponibles dentro del bloque, generando insolvencia e inestabilidad financiera a pesar de tener la mejor regulación.

La carrera global por la supremacía de las stablecoins

Este llamamiento no se produce en el vacío, sino en el corazón de una batalla geopolítica por la supremacía financiera digital.

El Movimiento de Estados Unidos (GENIUS Act)

El Congreso de EE.UU. aprobó en julio de 2024 la ley GENIUS Act, que establece un marco regulatorio para las stablecoins y que se encuentra en pleno proceso de implementación en 2025. Esta ley beneficia claramente a los emisores de stablecoins vinculadas al dólar, consolidando su ventaja global.

Como advirtió Piero Cipollone, miembro del comité ejecutivo del BCE, ya en abril, estas políticas «podrían provocar que los depósitos en euros se trasladen a EE.UU.», fortaleciendo aún más el papel del dólar en los pagos transfronterizos y ejerciendo una presión adicional sobre el proyecto del digital euro.

La Posible Respuesta de China

Por otro lado, informes de agosto de 2024 sugirieron que el gobierno chino está considerando el lanzamiento de una stablecoin vinculada al renminbi (yuan). Aunque no confirmado oficialmente, este movimiento se interpreta como una respuesta estratégica al avance del dólar digitalizado y una forma de impulsar la internacionalización de su moneda, ante el lento despliegue de su propio yuan digital.

Conclusión: ¿Cooperación o fragmentación regulatoria?

La UE se encuentra en una encrucijada regulatoria. Si bien cuenta con el marco más avanzado del mundo, la advertencia de Christine Lagarde deja claro que es vulnerable a los movimientos de actores globales. Su discurso trasciende lo técnico para convertirse en una jugada geopolítica crucial para proteger la soberanía financiera del euro.

La pregunta que queda sobre la mesa es clara: ¿Las advertencias del BCE conducirán a una mayor armonización y cooperación regulatoria internacional, o acelerarán hacia un mundo fragmentado donde bloques como EE.UU., la UE y China compitan con sus propias stablecoins y normas contradictorias?

El equilibrio entre fomentar la innovación, proteger al inversor y garantizar la estabilidad del sistema nunca había sido tan complejo ni tan crucial para el futuro de las finanzas.

Related Posts