Tokenización de Activos Reales: Por qué los beneficios son ‘leves al principio’ pero crecerán con la democratización (Análisis NYDIG 2025)
En el panorama financiero de 2025, la tokenización de activos del mundo real (RWAs), especialmente las acciones estadounidenses, ha pasado de ser una promesa tecnológica a un tema central de debate estratégico. Sin embargo, detrás del entusiasmo del mercado, surge un análisis más matizado. Greg Cipolaro, de la firma de investigación NYDIG, ofrece una perspectiva crucial: los beneficios iniciales para las redes blockchain serán «leves al principio», pero su potencial crecerá exponencialmente a medida que se democratice el acceso y se resuelvan los desafíos de interoperabilidad. Este artículo desglosa esa tesis, explorando el estado actual, los obstáculos técnicos y regulatorios, y el camino que debe recorrer la tokenización para integrarse plenamente en el ecosistema DeFi y cumplir con su promesa transformadora.
La Tesis Central de NYDIG: Beneficios «Leves al Principio»
La afirmación de Greg Cipolaro establece el tono para una expectativa realista. En términos prácticos, el beneficio económico inicial para las criptomonedas nativas de una blockchain que aloja activos tokenizados se limita principalmente a las tarifas de transacción generadas por su uso. El valor a largo plazo, sin embargo, reside en el efecto de red: las blockchains que logren atraer y almacenar estos valiosos activos se fortalecerán, aumentando su utilidad y atractivo.
Para el inversor en cripto, esto significa que el impacto económico directo e inmediato de, por ejemplo, tokenizar acciones de Apple en Ethereum, puede ser mínimo hoy. La verdadera apuesta es observar y comprender la tendencia subyacente, ya que su valor se materializará en el futuro.
El Panorama Actual de la Tokenización en 2025
El foco actual se centra en activos de alto valor y liquidez, como las acciones estadounidenses. El impulso es palpable. Exchanges líderes como Coinbase y Kraken, tras probar modelos en jurisdicciones extranjeras, muestran un interés creciente en lanzar plataformas de trading de activos tokenizados en Estados Unidos.
Un indicador regulatorio clave llegó a finales de 2024 con la declaración de Paul Atkins, ex presidente de la SEC, quien sugirió que el sistema financiero estadounidense podría adoptar la tokenización en «un par de años». Interpretando esta declaración en 2025, el punto de inflexión regulatorio se situaría alrededor de 2026-2027. Esto convierte al presente año en un período crucial de preparación, donde se están sentando las bases tecnológicas y definiendo los marcos legales que permitirán la expansión.
El Camino hacia la Integración con DeFi: Desafíos y Oportunidades
La visión más ambiciosa, también esbozada por Cipolaro, es la integración plena de los RWAs en el ecosistema de las finanzas descentralizadas. Imagine utilizar acciones tokenizadas como colateral para un préstamo en dólares estables, prestarlas para generar yield, o intercambiarlas en pools de liquidez automatizados. Esta «composabilidad» es el santo grial.
Sin embargo, alcanzarla requiere una triple evolución simultánea: 1) desarrollo tecnológico, 2) construcción de infraestructura robusta, y 3) evolución de las reglas y regulaciones. De estos tres, la regulación emerge consistentemente como el cuello de botella principal. Las normas actuales, diseñadas para un mundo financiero centralizado y con horarios limitados, deben adaptarse para permitir la innovación sin comprometer la protección del inversor.
El Dilema de la Interoperabilidad: Redes Públicas vs. Privadas
La complejidad técnica es otro escollo importante. Cipolaro advierte que los activos tokenizados «difieren enormemente» en su diseño, lo que dificulta la interoperabilidad y la composabilidad. Esta diversidad se refleja en dos ecosistemas blockchain distintos y, hasta ahora, poco conectados.
Redes Privadas: El Dominio Institucional
Por un lado, están las redes no públicas o permisionadas. El líder indiscutible aquí es Canton Network, desarrollado por Digital Asset Holdings. Con un valor de activos tokenizados que alcanza los $380 mil millones, representa aproximadamente el 91% del valor total de RWAs. Estas redes priorizan la privacidad y el control entre instituciones financieras establecidas.
Redes Públicas: El Terreno de la Innovación DeFi
Por el otro, están las redes públicas y abiertas, siendo Ethereum la líder con unos $12.1 mil millones en RWAs. Aunque son el entorno natural para la innovación DeFi, incluso aquí los diseños de activos varían. Además, la tokenización de valores reales aún requiere, en la mayoría de los casos, estructuras propias de las finanzas tradicionales (TradFi): custodios registrados, corredores autorizados, procesos de KYC (Conozca a su Cliente) y agentes de transferencia.
Esto crea un híbrido donde la tecnología blockchain añade eficiencia, pero no elimina por completo a los intermediarios regulados.
El Valor Añadido de la Blockchain: Eficiencia sobre TradFi
Entonces, ¿por qué las empresas se molestan en tokenizar si aún necesitan estructuras TradFi? La respuesta reside en las ventajas operativas tangibles que ofrece la tecnología subyacente. La blockchain permite una liquidación casi instantánea (T+0), eliminando el riesgo de contraparte y liberando capital. Las operaciones pueden realizarse 24 horas al día, 7 días a la semana, rompiendo la camisa de fuerza de los horarios de mercado.
La propiedad programable abre la puerta a funciones automatizadas. La transparencia e inmutabilidad del registro mejoran la auditabilidad. Y, quizás lo más importante para las instituciones, permite una eficiencia radical en el uso del colateral, un beneficio directo para sus balances.
Regulación: La Llave para Democratizar los Activos Tokenizados
El futuro expansivo de la tokenización está condicionado a un «si» crucial. Como señala el análisis, si las cosas se vuelven más abiertas y las regulaciones más favorables, entonces el acceso a estos activos se democratizaría. Esto significa pasar de un mercado mayoritariamente institucional y en redes privadas, a uno donde inversores minoristas y protocolos DeFi puedan interactuar fácilmente con RWAs.
Este alcance expandido es lo que multiplicaría los efectos de red y generaría el valor sustancial que hoy solo se intuye. Por ello, en 2025, más que en la tecnología en sí, la atención debe estar puesta en los corredores regulatorios de Washington D.C., Bruselas y otras capitales financieras.
Conclusión: Un Viaje Gradual Hacia un Mercado Tokenizado
La tokenización de activos reales no es una revolución que ocurrirá de la noche a la mañana. La tesis de NYDIG nos recuerda que se trata de un viaje de beneficios incrementales, donde la paciencia y la perspectiva a largo plazo son esenciales. El factor determinante para pasar de beneficios «leves» a transformadores será, sin duda, la evolución regulatoria. Es la llave que desbloqueará la interoperabilidad y la composabilidad necesarias para integrar los RWAs en el corazón de las finanzas descentralizadas.
En 2025, nos encontramos en la fase crítica de construcción de infraestructura y definición de las reglas del juego. La verdadera explosión de valor, aquella que democratice el acceso y cree nuevos paradigmas financieros, llegará una vez que estos cimientos estén sólidamente establecidos. La tokenización es, sin lugar a dudas, una de las grandes tendencias en ciernes de esta década, y su desarrollo gradual redefinirá la interacción entre el sistema financiero tradicional y el emergente ecosistema digital. Los inversores que comprendan este ritmo y sus condicionantes estarán mejor posicionados para el futuro que se está construyendo hoy.














